lunes, 9 de marzo de 2015

GATO MONTES




Los pequeños roedores (ratones campestres, lirones) forman el principal alimento del gato montés. También consume topos, liebres, urogallos y otras gallináceas. Los pájaros, los insectos y las truchas sirven como alimentación adicional. Caza al acecho o captura sus víctimas por sorpresa. Cuando es adulto, no tiene enemigos, excepto el hombre; en cambio, los pequeños, a menudo, son víctimas de la marta.
El gato montés tiene treinta dientes. Sus garras son retráctiles y poseen bigotes formados por pelos tiesos llamados vibrisas. La forma y dimensiones de la pupila varían según la intensidad de luz: redonda en la oscuridad, se reduce a una rendija en plena luz. La reproducción tiene lugar en febrero o marzo. La gestación dura alrededor de sesenta y tres días y la gata pare dos, tres, cuatro y, a veces, seis pequeños, en la oquedad de un árbol. Pesan 40 gramos y no abren los ojos hasta la edad de diez días, por término medio.
En el momento del celo y cuando su densidad no es anormalmente escasa, los machos se enfrentan y sus actitudes se parecen enteramente a las de los gatos domésticos. Su voz no difiere tampoco de la de éstos. Como ellos, erizan el pelaje e inclinan las orejas. Por el color y la disposición de sus rayas, el gato montés se asemeja mucho al gato doméstico “atigrado”, cuyo pelaje es gris-amarillento con marcas negras. Longitud: de 50 a 95 cm. (+ cola de 23 a 40 cm.). peso:  5 a 7 kg. Longevidad: de 12 a 15 años.
Fuente y derechos: José Gómez Muñoz "El último Edén"

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