El erizo común o europeo
es el insectívoro de mayor tamaño de Europa, pudiendo alcanzar hasta
los 30 cms. de longitud y superar 1 Kg. de peso. Con patas cortas,
aspecto rechoncho y el dorso dotado de características púas o
espinas de unos 3 cms. de longitud, es un animal de aspecto y forma
inconfundible. Se trata de un animal de hábitos nocturnos, que
raramente sale de su escondrijo hasta 1 ó 2 horas después de
esconderse el sol, para retirarse de nuevo antes de que amanezca.
Devora insectos, lombrices, pequeños reptiles e incluso huevos,
ratones y pequeños mamíferos, dieta a la que añade frutos,
especialmente en la temporada que más abundan éstos.
Al final del otoño,
normalmente cuando la temperatura media baja de los 10º C, el erizo
busca un agujero escondido y abrigado entre piedras o bajo las
raíces de un árbol donde se hace una bola y queda sumido en un
profundo letargo que se prolonga hasta la llegada de la primavera,
bajando sus latidos de las habituales 180 pulsaciones minuto hasta
las 20, al tiempo que también baja su temperatura corporal para
adaptarla a la ambiental, situándola en torno a los 5º C (Castells
y Mayo, 1993). Este sueño invernal no es continuo a lo largo de
toda la época fría, sino que puede verse interrumpido y sale al
exterior en los días más soleados y calurosos, momento en que se
vuelve torpe y pesado, como si estuviera medio dormido. Esta es la
mejor ocasión para fotografiarlo, al permitir acercarnos a él a muy
poca distancia.
El erizo es un buen
andarín, pudiendo moverse con rapidez en un área que puede variar
entre las 5,5 y las 102,5 has. (Boitani y Reggiani, 1984), también
es un buen nadador y tiene un olfato muy desarrollado.
El
erizo común se extiende por casi toda Europa, alcanzando por el
norte el sur de Noruega, Suecia y Finlandia, en la Península
Ibérica tan solo falta del sur, donde es reemplazado por el erizo
moruno
(Atelerix
algirus)
de menor tamaño y
peso que esta especie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario