En contra de la creencia
popular, puede oírse cantar a los ruiseñores tanto de día como de noche;
pero sus interpretaciones de virtuoso se oyen mejor en la quietud de una
cálida tarde a fines de primavera, cuando los machos compiten para
atraer a las hembras, que vienen de sus cuarteles de invierno en África
tropical. Las hembras llegan unos diez días después que los machos.
El canto es inolvidable por su volumen, su variedad
de notas y por la fuerza con que es emitido. Consiste en una rápida
sucesión de notas repetidas, unas roncas, otras líquidas, incluyendo un
«choqui-choqui-choqui» muy sonoro y un «piu» aflautado y piante, primero
lento y luego alcanzando un crescendo.
Anida cerca del suelo en arbustos densos. Pasa el invierno boreal en el sur de Africa y retorna a Europa en la primavera para el apareamiento.
El ruiseñor común es de tamaño similar al petirrojo, con un largo de 15-16,5 cm. El dorso las alas y la cola son de color castaño y el vientre de color pardo claro. No hay mucha diferencia en aspecto entre los sexos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario