martes, 12 de mayo de 2015

GRAELLSIA ISABELAE



Es una especie que no resiste el calor excesivo ni la falta de humedad prolongada; soporta bien las oscilaciones diurnas de temperatura y humedad que se dan en zonas montañosas y necesita para cumplir su desarrollo estar sometida a bajas temperaturas invernales.



Las alas de esta mariposa nocturna presenta un dibujo sorprendente parecido a unos ojos. Esta rara mariposa, que está protegida y que habita en España y en los Alpes franceses, descansa normalmente con las alas plegadas. En situación de peligro las extiende, mostrando en cada una de ellas una mancha en forma de ojo de unos 5 milímetros de anchura. Esta transformación aparente de la mariposa en una criatura mucho mayor espanta a cualquier depredador. En el mundo animal las manchas con aspecto de ojo son un dispositivo habitual de defensa.





A las doce días de la colocación nacen las larvas, a lo largo de su periplo existencial viajarán por cinco edades sufriendo cuatro mudas, los periodos de edad duran 10 días, excepto el cuarto y quinto que alcanzan 15 días. Así que si recorremos los pinares de nuestra geografía en las calurosas noches nocturnas de verano podremos avistar orugas de Graellsia, siempre que estemos atentos, porque sus colores crípticos hacen díficil su localización. Cuando la oruga determina el momento se entierra tejiendo una pupa debajo de la pinocha, para continuar su ciclo y descartar los rigores del invierno hasta que lleguen mejores tiempos.








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