lunes, 22 de junio de 2015

Gineta



El aspecto de la gineta puede recordar al de un gato, aunque más estilizado. Su cabeza es alargada, con unas orejas grandes y redondeadas. El pelaje, gris amarillento, está moteado a franjas en el dorso, mientras que la cola, larga y peluda, presenta unos anillos oscuros.


Mide unos 95 cm y pesa 2 kg. No existe apenas dimorfismo sexual.

Se le llama también "gato árabe", en referencia a la posible introducción de la gineta en la Península Ibérica durante la invasión musulmana. En efecto, se cree que la gineta era un animal doméstico para los árabes, el equivalente a nuestros gatos, y viajaba con ellos en los barcos para mantenerlos libres de ratas.


La gineta gusta de zonas boscosas de robles, encinas, pinares u olivares, con arroyos y roquedos.

Aunque no es una especie amenazada, su número ha disminuido en gran medida debido a la caza ilegal.

Es un ágil cazador de pequeñas aves, roedores, insectos y hasta conejos. En otoño los frutos juegan un importante papel en su dieta. 

Es un animal activo durante la noche, por lo que pasa el día entre las rocas o en los huecos de árboles, a los que se encarama con gran facilidad.









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