martes, 7 de julio de 2015

MELONCILLO




El meloncillo, representado en la Península Ibérica por la subespecie Herpestes ichneumon widdringtonii, es la única mangosta europea. Es fácil de reconocer por su cuerpo alargado y paticorto y su cabeza fina, así como por su larga cola, que puede llegar a medir hasta 45 cm, ancha en su arranque y rematada en un mechón negro.




Su cuerpo, de 51 a 55 cm de largo y 19 a 21 cm de altura en la cruz, está cubierto de un pelo negro con las puntas en amarillo cremoso, o pardo con la punta en gris plateado, lo que le da un aspecto jaspeado. Los machos son algo mayores que las hembras. El peso del meloncillo está entre 2,5 y 3,5 kg.
Sus pezuñas tienen cinco dedos con uñas que no son retráctiles.



Su origen es africano. Ocupa el suroeste de la Península, siendo abundante sobre todo en el Algarve, Sierra Morena, Doñana y las serranías de Cádiz y Málaga. Actualmente está experimentando una ligera tendencia expansiva quizás favorecido por la densificación del matorral; se han localizado individuos en los Arribes del Duero.

VERDE=NATIVO     ROJO-INTRODUCIDO




Su hábitat típico es el monte bajo mediterráneo con encinas y alcornoques. En las zonas de cultivo se refugia en los sotos e islas de fresnos, adelfas y zarzas. También puede estar presente en bosques fluviales.
Aunque se sospecha que la salud de sus poblaciones puede estar amenazada, a veces es presa de los cazadores furtivos, que lo ven como un competidor en la caza del conejo.



El meloncillo es el carnívoro español más diurno; de hecho, apenas sale por la noche, ya que disfruta de 15 horas ininterrumpidas de descanso. Sus momentos de mayor actividad son un poco antes del mediodía y hacia la media tarde.


El meloncillo es el carnívoro español más diurno; de hecho, apenas sale por la noche, ya que disfruta de 15 horas ininterrumpidas de descanso. Sus momentos de mayor actividad son un poco antes del mediodía y hacia la media tarde.




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