El meloncillo, representado en la Península Ibérica por la subespecie Herpestes ichneumon widdringtonii, es la única mangosta europea. Es fácil de reconocer por su cuerpo alargado y paticorto y su cabeza fina, así como por su larga cola, que puede llegar a medir hasta 45 cm, ancha en su arranque y rematada en un mechón negro.
Su cuerpo, de 51 a 55 cm de largo y 19 a 21 cm de altura en la cruz,
está cubierto de un pelo negro con las puntas en amarillo cremoso, o
pardo con la punta en gris plateado, lo que le da un aspecto jaspeado.
Los machos son algo mayores que las hembras. El peso del meloncillo está
entre 2,5 y 3,5 kg. Sus pezuñas tienen cinco dedos con uñas que no son retráctiles.
Su origen es africano. Ocupa el suroeste de la Península,
siendo abundante sobre todo en el Algarve, Sierra Morena, Doñana y las
serranías de Cádiz y Málaga. Actualmente está experimentando una ligera
tendencia expansiva quizás favorecido por la densificación del matorral;
se han localizado individuos en los Arribes del Duero.
VERDE=NATIVO ROJO-INTRODUCIDO
Su hábitat típico es el monte bajo mediterráneo con
encinas y alcornoques. En las zonas de cultivo se refugia en los sotos e
islas de fresnos, adelfas y zarzas. También puede estar presente en
bosques fluviales. Aunque se sospecha que la salud de sus poblaciones puede estar
amenazada, a veces es presa de los cazadores furtivos, que lo ven como
un competidor en la caza del conejo.
El meloncillo es el carnívoro español más diurno; de
hecho, apenas sale por la noche, ya que disfruta de 15 horas
ininterrumpidas de descanso. Sus momentos de mayor actividad son un poco
antes del mediodía y hacia la media tarde.
El meloncillo es el carnívoro español más diurno; de
hecho, apenas sale por la noche, ya que disfruta de 15 horas
ininterrumpidas de descanso. Sus momentos de mayor actividad son un poco
antes del mediodía y hacia la media tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario