La collalba rubia es algo más esbelta que su homóloga la collalba gris, el aspecto es inconfundible, ya que el contraste tan fuerte entre el color negro y blanco de su plumaje la delatan incluso a larga distancia. Los machos pueden adquirir dos formas de color, unos con la garganta negra y otros con la garganta clara. Ambas formas pueden verse pero no deben de confundirse ya que se trata de la misma especie. La “T” invertida de color negro en la cola, el color negro de sus alas y el antifaz también de color negro sobre la lista ocular contrastan con el resto del plumaje más blanco en el vientre y algo más pardo en la zona superior de la espalda. La hembra presenta unos tonos menos contrastados, con las alas de color marrón y sin banda oscura en los ojos.
Su hábitat son los parajes abiertos y pedregosos, con poca vegetación y con oteaderos desde donde poder ejercer su caza de insectos. Según parece la collalba rubia habita en terrenos más bajos que la collalba gris.
La collalba rubia se alimenta fundamentalmente de insectos. Colocada sobre una atalaya, se lanza hacia el suelo en busca de algún insecto o incluso alguna lombriz. También come semillas y se desplaza por el suelo dando pequeños saltos en busca de alimento
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