miércoles, 14 de octubre de 2015

RUISEÑOR COMUN




En contra de la creencia popular, puede oírse cantar a los ruiseñores tanto de día como de noche; pero sus interpretaciones de virtuoso se oyen mejor en la quietud de una cálida tarde a fines de primavera, cuando los machos compiten para atraer a las hembras, que vienen de sus cuarteles de invierno en África tropical. Las hembras llegan unos diez días después que los machos. 



El canto es inolvidable por su volumen, su variedad de notas y por la fuerza con que es emitido. Consiste en una rápida sucesión de notas repetidas, unas roncas, otras líquidas, incluyendo un «choqui-choqui-choqui» muy sonoro y un «piu» aflautado y piante, primero lento y luego alcanzando un crescendo.


Anida cerca del suelo en arbustos densos. Pasa el invierno boreal en el sur de Africa y retorna a Europa en la primavera para el apareamiento.
El ruiseñor común es de tamaño similar al petirrojo, con un largo de 15-16,5 cm. 
 El dorso las alas y la cola son de color castaño y el vientre de color pardo claro. No hay mucha diferencia en aspecto entre los sexos.

 

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